Brett C. Nelson
Doing Linguistic Fieldwork
Spanish version below!
Field work can become a key part of a linguist’s work, depending on their subfield and area(s) of interest. As I write this, I have been back in Calgary for less than two weeks, having spent the previous two months in Guatemala collecting data and running participants in more pointed tasks of perception and production, as the empirical portion of my dissertation research on phonological acquisition.
The first step to good linguistic fieldwork is respect. Be respectful of the ethics which your consent forms and ethics review board hold you to. But also, be respectful of the people your field work is being conducted on. Part of this is calling them something respectful. They’ve been called consultants, subjects, and informants, but I prefer to refer to them as participants. This term, from the Latin participare ‘to share in, partake of’, emphasizes a mutual relationship between both parties.
The fieldworker must also be respectful of the time of their participants. Oftentimes, this will be met with monetary compensation. However, budgeting this is not so simple. The field worker must take into account both their funding for the project as well as typical pay per hour for the community where they will be working. Depending on the planned tasks, it would be best to aim for a pay rate above the minimum wage. Ask around with colleagues and other people who have experience working wherever you will be working and you’re sure to strike the right balance.
The fieldworker must also be respectful of the time of their participants. Oftentimes, this will be met with monetary compensation. However, budgeting is not so simple.
To anyone who has travelled between North America and Latin America, it is commonly known that they have two distinct cultural ideas surrounding time management. While North Americans may, on the one hand, prefer meetings and business to be conducted on time or even ahead of schedule, Latin Americans tend to be more flexible (in other words: late). Thus, be aware of cultural practices, and do not become frustrated if they stand in your way of what might seem like efficiency. The necessity of acknowledgement and respect of culture overrides any requirements for efficiency.
In any linguistic task, relative ambient silence is quite important, but it is crucial when it comes to collection of phonetic and phonological data. This leads to one of the most difficult parts of the fieldwork process, that of finding a quiet place to record. Unfortunately, you can’t bring a soundproof booth with you everywhere you go. The best places for me to emulate this quiet environment, however, were schools (that either I or the participant were affiliated with) when they were out of session. Otherwise, I settled for a quiet courtyard or on top of a friend’s roof (which might come with great views). Even when you find that tranquil place, during the recording sessions you will have to keep your ears open for possible disruptions in the recording, and thus pause the session accordingly.
As a final note, don’t be afraid to try out novel technologies when it comes to the field tasks or getting around the field. The participants were often delighted at the use of recording equipment or computer programs that were running the experiments (PsychoPy3). As for the equipment I used, my audio recorder was a Zoom H4N Handy Recorder with a Sony ECM-44B Lavalier microphone. The perception tasks were carried out via my regular laptop computer, a Dell Inspiron 13 7370, with Sony MDRZX110 over-ear headphones, with responses recorded via the laptop’s keyboard, its trackpad, or a USB mouse. Uber had recently come to Guatemala in the past two years, so that was a great help in getting me to, from, and around Guatemala City to meet with the participants.
Other than that, another preparation to make would be to develop the tasks to elicit the data you need to answer the research questions you have about the language. For me, this took up much of the three or four months prior to actually being in Guatemala. For specific methodologies, review previous literature examining similar phenomena to the one(s) that you are interested in. For more general approaches, I recommend taking a look at a few books on linguistic field methods, such as Bowern (2008) or Vaux, Cooper, & Tucker (2007). And, if you can, take a field methods course at the University of Calgary!
Further Reading:
Bowern, C. (2008). Linguistic Fieldwork: A Practical Guide. Houndmills, UK & New York: Palgrave Macmillan.
Vaux, B., Cooper, J., & Tucker, E. (2007). Linguistic Field Methods. Eugene, OR: Wipf and Stock Publishers.
Brett C. Nelson
Hacer trabajo lingüístico de campo
El trabajo de campo puede volverse una parte clave del trabajo de le lingüista, dependiendo de su subcampo y sus áreas de interés. Mientras estoy escribiendo esta columna, he vuelto a Calgary hace menos de dos semanas, después de pasar los dos meses anteriores en Guatemala recolectando datos y conduciendo participantes en tareas más intencionadas de percepción y producción, todo como parte de la sección empírica de mis investigaciones para mi tesis doctoral sobre la adquisición fonológica.
La primera etapa en buen trabajo de campo lingüístico es tener el respeto. Sé respetuose de la ética a la que tus formas de consentimiento y tu junta de ética de investigación te mantienen. También sé respetuose con las personas con las que se realiza tu trabajo. Una parte de esto es llamarlas algo respetuoso. En el pasado han sido llamadas consultores, subjetos e informantes, pero yo prefiero referirme a elles como participantes. Este término, que viene del verbo latín participare ‘compartir, participar’, enfatiza que es una relación mutua y recíproca entre ambas partes.
Le investigadore también debe ser respetuose del tiempo de sus participantes. A menudo, este significa compensación monetaria. Sin embargo presupuestar para esto no es tan simple. Le investigadore debe tomar en cuenta tanto sus fondos para el proyecto como paga típica por hora en la comunidad en donde trabajará. Sería mejor apuntar a una tarifa por encima del salario mínimo, dependiendo de las tareas planeadas. Consulta con colegas y otras personas que tienen experiencia trabajando donde sea trabajarás y es seguro que vas a lograr un equilibrio.
Le investigadore también debe ser respetuose del tiempo de sus participantes. A menudo, este significa compensación monetaria. Sin embargo presupuestar para esto no es tan simple.
A todes que han viajado entre Norteamérica y Latinoamérica, se da por sabido que hay dos ideas culturales distintas con relación al manejo de tiempo. Por un lado, les norteamericanes podrían preferir que las reuniones y los negocios se realicen puntualmente o aun antes de lo previsto, pero por el otro lado, les latinoamericanes tienden a ser más flexibles (o sea: llegar tarde). Así, sé consciente de la práctica cultural y no te frustres si impide lo que te parece la eficacia. La necesidad del reconocimiento y del respeto de cultura supera algunos requisitos de eficacia.
En cualquier tarea lingüística, el silencio ambiente relativo es bastante importante, pero es crucial para la recolección de datos fonéticos y fonológicos. Lleva a una de las partes más difíciles del proceso de trabajo de campo, la de encontrar un lugar tranquilo para grabar audio. Desafortunadamente, no puedes traer una cabina insonorizada a donde sea que vayas. Los mejores lugares para que yo emulé ese entorno, aun así, eran las escuelas (a las que yo y/o le participante estábamos afiliades) cuando no tenían clases. Si no, me conformé con un patio silencio o el techo de la casa de une amigue (que lleva bellas vistas). Aun cuando encuentres ese lugar tranquilo, durante las sesiones de grabación, tendrás que estar alerta para interrupciones potenciales en la grabación, y por consiguiente, pausar la sesión.
Como una nota final, no ten miedo por probar la nueva tecnología cuando se trata de las tareas de campo o de moverte por el campo. A menudo, les participantes estaban encantades de usar el equipo de grabación o con los programas que ejecutaban los experimentos (PsychoPy3). Con respecto al equipo que usé yo, mi grabadora de audio fue una Zoom H4N Handy Recorder con un micrófono Sony ECM-44B. Las tareas de percepción fueron realizadas por mi computadora laptop regular, una Dell Inspiron 13 7370, con auriculares sobre la oreja de Sony (MDRZX110), mientras las respuestas fueron grabadas por el teclado de la computadora, su TrackPad o por un mouse USB. Uber había llegado recientemente a Guatemala en los últimos dos años, así que fue de gran ayuda para llevarme hacia, desde y alrededor de la capital de Guatemala para reunirme con les participantes.
Aparte de eso, otra preparación que debes hacer sería desarrollar las tareas para obtener los datos que necesitas para responder a tus preguntas de investigación. Para mí, eso ocupó mucho de los tres o cuatro meses antes de estar en Guatemala. Para metodólogos específicos, revisa la literatura anterior que investiga los fenómenos que te interesan. Para un enfoque más general, yo recomiendo que eches un vistazo a unos libros sobre los métodos lingüísticos de campo, tales como Bowern (2008) o Vaux, Cooper & Tucker (2007). Y, si puedes, ¡toma un curso de métodos de campo en la Universidad de Calgary!
Otras Lecturas:
Bowern, C. (2008). Linguistic Fieldwork: A Practical Guide. Houndmills, UK & New York: Palgrave Macmillan.
Vaux, B., Cooper, J., & Tucker, E. (2007). Linguistic Field Methods. Eugene, OR: Wipf and Stock Publishers.